domingo, 17 de julio de 2011

Nuestra Señora del Carmen

Según tradición carmelita, el día de Pentecostés, ciertos piadosos varones, que habían seguido el ejemplo de vida de los Profetas Elías y Eliseo, abrazaron la fe cristiana ; siendo ellos los primeros que levantaron un templo a la Virgen María en la cumbre del Monte Carmelo, en el lugar mismo desde donde Elías viera la nube, que figuraba la fecundidad de la Madre de Dios. Estos religiosos se llamaron Hermanos de Santa María del Monte Carmelo, y pasaron a Europa en el siglo XIII , con los Cruzados, aprobando su regla Inocencio IV en 1245, bajo el generalato de San Simón Stock.

El 16 de julio de 1251, la Virgen María se apareció a su fervoroso servidor, y le entregó el hábito que había de ser su signo distintivo. Inocencio bendijo ese hábito y le otorgó varios privilegios, no sólo para los religiosos de la Orden, sino también para todos los Cofrades de Nuestra Señora del Monte Carmelo.

Llevando el escapulario, participan de todos los méritos y oraciones de la Orden y pueden esperar de la Santísima Virgen verse pronto libres del Purgatorio, si hubieran sido fieles en observar las condiciones impuestas para su uso.

Pidamos a María Santísima que su vida sea un ejemplo para nosotros; su compañía en nuestro caminar, una inspiración para buscar las cosas de Dios y que su pedido de oración, nos motive a dialogar con nuestro Padre celestial y con María misma en todo momento.